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TERCERA/

En unas semanas comenzará una nueva etapa de su vida, ya que pasará a residir en Tenerife. Quiere continuar sus estudios académicos en la isla tinerfeña y ha optado por intentar titular en el Grado Superior TAFAD, Técnico Superior en Animación y Actividades Físicas y Deportivas. En el plano futbolístico, el centrocampista natural de Santa Cruz de La Palma maneja varias opciones para continuar jugando en el Grupo Canario de Tercera División, aunque todavía no ha cerrado su fichaje por ningún equipo.

Yeray Ramos se marcha del club en el que ha jugado todos y cada uno de los partidos oficiales que ha disputado a lo largo de su corta, pero exitosa, trayectoria: la Sociedad Deportiva Tenisca. Un equipo que le ha dado la oportunidad de competir al mejor nivel posible en el ámbito insular en categorías inferiores, con el que también militó en División de Honor de Juveniles y, recientemente, con el que tuvo la suerte de convertirse en uno de esos pocos canteranos (como en cualquier equipo, muchos lo intentan pero pocos lo consiguen) capaces de vestir la elástica de la primera plantilla: lo hizo en las dos últimas temporadas.

Llegó al Tenisca en 1999. Diecisiete años después abandona, al menos durante una campaña, la que siempre ha sido ‘su casa’. Molina, ‘Gotera’, ‘Bili’, Javi Ramón, Josito, Ceire, Saavedra, Panchón, Carlos, Luis Marante, Juvenal, Dani Benigno, Manolo Hernández, Javier Vales, Fabelo, Álvaro, Óliver y Willy Fernández han sido los entrenadores que han contado en sus equipos con el talentoso centrocampista a lo largo de todo este tiempo. De esta larga etapa que ahora concluye, para Yeray, como él mismo ha reconocido a ProLaPalma, hay dos partidos que recordará con especial cariño: aquel encuentro contra el Granadilla (07/04/13),  en el que, de la mano de Saavedra, debutó en Tercera División, cuando todavía era Juvenil de primer año; y un derbi en División de Honor ante el Club Deportivo Mensajero, en el que el Tenisca ganó por uno a cero y mandó virtualmente al eterno rival a Juvenil Preferente ante unos setecientos espectadores en la grada del Virgen de las Nieves.

Se marcha un jugador diferente, con una calidad indiscutible. Este año no ha dispuesto de los minutos que hubiera deseado, ya que la del centro del campo era una de las líneas con más competencia en el plantel tenisquista (Flequi, Marcos, Piti, David, Jordan…). Sin embargo, probablemente su primera temporada en edad sénior, rodeado de tantos jugadores con experiencia, le habrá servido de aprendizaje para seguir creciendo como futbolista. Además, a su palmarés personal nadie le podrá arrebatar su participación en un equipo que entró en Playoffs y ganó la Copa. Un chico que cierra una etapa ligada a su equipo y al de toda su familia (‘mamó tenisquismo desde la cuna’), pero que espera seguir progresando en la nueva andadura deportiva que emprenderá en Tenerife. Con el tiempo se podrá valorar si alcanza los objetivos con los que soñaba aquel niño que desde que comenzó a dar ‘sus primeras patadas’ enamoró a la grada de Mirca.

IMÁGENES/ Yeray Ramos.